Las filas de muertos vivientes de la congregación de Necronominus están hechas de más que solo esqueletos. Los restos zombificados de los recién muertos, la carne aún se aferran a sus huesos, se abre paso desde la tumba hasta marchar detrás del Señor de la Muerte. Los inquietos espirths de los largos fallecidos también vuelan hacia adelante, sus cuerpos fantasmales dieron el poder de animar trajes de armadura desechada y ejercer armas en sus manos espectrales. No hay paz en la muerte para estas almas, no hay descanso más allá de la tumba, ya que han regresado a Mythoss como parte del ejército no muerto de Necronominus.